| 15 - 02 - 2021

La mayoría de las piscinas privadas utilizan cloro para desinfectar el agua. Pero ¿conoces los cuidados que debes realizar para que el agua esté perfecta para disfrutar de un refrescante baño? Pocas cosas hay más placenteras que disfrutar de un baño en tu propia piscina. Para que el baño resulte sano y beneficioso el agua debe estar perfectamente limpia y para ello debes llevar a cabo unas labores de limpieza y mantenimiento periódicamente.

Labores de mantenimiento diarias

Los trabajos diarios de control te permitirán detectar rápidamente cualquier anomalía y te evitarán tener que recurrir a tratamientos de choque. No pasa nada si fallas algún día, pero no es conveniente que los retrases más de 2 o 3.

Limpieza

  • Usa la percha recogehojas. En la superficie del agua van a aparecer restos de hojas e insectos todas las mañanas, especialmente en áreas donde hay vegetación frondosa y aves. Aunque los skimmers se van a encargar de filtrar el agua superficial, pasa el recogehojas todos los días, así impides que le dé tiempo a descomponerse antes de que pasen al cestillo del skimmer o se acumulen en él.
  • Limpia el borde. Hazlo todos los días al finalizar la jornada de baño; evitarás que caigan al agua los depósitos que los bañistas han ido dejando con los pies. Pasa un cepillo fuerte desde el borde hacia fuera y aclara con la manguera.

Tratamiento del agua

  • Mide el cloro con los equipos analizadores y corrígelo si es necesario aplicando una dosis de producto de acción inmediata.
  • Mide el pH. El pH evalúa el grado de acidez del agua. Medirlo es una de las labores cotidianas más esenciales para el correcto mantenimiento del agua de la piscina. Para calcular el valor del pH que tiene el agua en cada momento puedes optar por variados métodos de análisis. El más convencional es la técnica del análisis reactivo. Es el típico kit que está compuesto por unas cubetas medidoras para tomar muestras del agua del vaso de la piscina y un líquido químico que reacciona al contactar con el agua que se va a analizar. Al mezclar ambos elementos (el agua y el reactivo) la mezcla cambia de color. Cada color significa un nivel de pH. El pH debe oscilar entre7,2 y 7,6. Un nivel por debajo indica acidez y puede provocar irritación de ojos, piel y mucosas. En ese caso, aplica un elevador del pH (pH+). Un nivel por encima de 7,6 indica alcalinidad y desemboca en un mayor consumo de productos químicos que no actúen adecuadamente. Para corregirlo debes aplicar un reductor de pH (pH-).

No obstante, no es la única manera de medir el pH. Otra alternativa más sofisticada pasa por utilizar un fotómetro. Este aparato mide el pH y traslada el resultado a nuestro smartphone mediante Bluetooth a una App instalada en el dispositivo de modo que quedan almacenados los resultados de las pruebas que hagas al agua de tu piscina. Si optas por esta solución conoce en un minuto la sencillez del proceso en el siguiente vídeo.

¿No te decantes por ninguna de las anteriores mediciones? Tienes otra opción: adquirir un analizador inteligente que controla el pH incluso cuando estás fuera de casa.

  • Pon la depuradora al menos 8 horas diarias. Hazlo preferiblemente por el día, para que el agua esté lo más limpia posible mientras te bañas. Siempre en una sola vez y que el total del agua pase por el filtro al menos dos veces al día.

Tareas de mantenimiento semanales

Limpieza

  • Limpia las paredes y el fondo con un limpiafondos y cepillos para evitar, sobre todo, que se deposite la cal, especialmente en zonas de aguas duras, que dejaría una película blancuzca en el revestimiento.
  • Limpia los skimmers y los filtros. No dejes que se acumulen restos orgánicos. Saca los cestos de los skimmers y límpialos con un chorro de agua a presión. Si tu filtro es de cartucho, límpialo también con la manguera.

Tratamiento del agua

  • Repón el agua desbordada. Tras una semana de uso y después de la limpieza semanal de las paredes, probablemente tengas que añadir agua para reponer el nivel. Recuerda que este debe cubrir los skimmers, como mínimo, hasta la mitad.
  • Añade la dosis semanal de cloro. Si estás utilizando desinfectante semanal, repón la dosis correspondiente. Si has tenido que poner bastante agua nueva mide los niveles por si debes añadir más cantidad.
  • Aplica alguicida. Los primeros días son fundamentales para evitar que las algas se instalen. Tras el tratamiento de puesta a punto, aplica ahora otra dosis. Después ya puedes espaciarla a cada 15 días.
  • Aplica antical especialmente en zonas de aguas muy duras. Con él evitarás que se formen depósitos en las paredes, en las rejillas de los filtros y en el circuito de agua.

Haz que el trabajo sea más fácil

Todas aquellas personas que no pueden dedicarle mucho tiempo al mantenimiento de la piscina pueden recurrir a automatismos y productos que se encargan del control, regulación y limpieza de vaso y del agua de la piscina:

  • Reguladores de cloro y pH: acoplados al circuito de agua de la piscina, hacen lecturas y corrigen los niveles cuando es necesario. En el caso de los reguladores de cloro, los aportes de este son en forma de líquido, en lugar de sólido.
  • Robots limpiafondos: realizan automáticamente la tarea de limpieza incluso en suelos inclinados, paredes y líneas de flotación.
  • Esponjas absorbentes de residuos: para introducir en los skimmer o colocar sobre la superficie del agua, abosorben residuos grasos.
  • Dosificadores de pastillas de cloro: dosificadores de cloro de lenta liberación; se dejan flotando sobre el agua y el propio movimiento de esta ayuda a liberar el desinfectante de las pastillas de cloro.

Mejor prevenir que curar

Si el tiempo anuncia lluvia o viento, aplica una dosis extra de cloro de disolución rápida. Así, si caen insectos, hojas o polvo, el agua de tu piscina puede hacer frente a esa suciedad sin estropearse.

Si tu piscina va a recibir más bañistas de lo habitual, la dosis habitual de tratamiento del agua no bastará. Aplica cloro de disolución rápida y un floculante, para que deposite las partículas de suciedad en el fondo. Aumenta el número de horas de filtración y después pasa el limpiafondos.

Si tu depuradora falla, llama inmediatamente al técnico y mientras, haz un tratamiento de choque: dosis extra de cloro de disolución rápida, alguicida y floculante. Pasa el limpiafondos y controla los nivel.

Una vez que ya tienes una idea global de todos las cuidados que conlleva mantener en perfectas condiciones el agua de tu piscina de cloro, llega el momento de que te pongas manos a la obra y comiences a hacer todas las tareas, revisiones y puesta a punto.es de pH. Sigue los pasos que detallamos en en este artículo para poner a punto la piscina con cloro, y verás cómo disfrutas con todas las garantías.

Fuente: Leroymeril